Daniel Cabrera, es un niño filipino, su casa quedó incinerada debido a un incendio. Su padre murió en la prisión, y él vive con su madre y hermano pequeño en lo que parece un puesto de comidas sin paneles. A pesar de todas estas injusticias de la vida aún intenta seguir con sus estudios de primaria y poder llegar a cumplir algunos de sus sueños como ser médico o algún policía honorable.
Hoy conocemos la historia de Daniel, porque a una estudiante de Medicina se le ocurrió tomarle una foto mientras hacía sus tareas cerca de un McDonald aprovechando la luz del lugar, la joven estudiante pensó que la foto sería algo “inspirador” y bueno. Y así fue, afortunadamente para el joven Daniel.
Una vez que la joven subió las fotos a su perfil de Facebook, las imágenes de Daniel empezaron a viralizarse por las redes sociales y empezó a conocerse la conmovedora historia de Daniel. Muchas personas creyeron que la historia de Daniel debía de compartirse pero no únicamente eso, un trabajador social del gobierno los visitó con el fin de poder apoyarlos con lo que se pueda.
Ahora Daniel es un estudiante que podrá tener una beca y, además de la beca, tendrá el dinero recaudado a través de una campaña de ayuda para sus posteriores necesidades académicas y personales junto con su familia.
“No pensé que una simple foto pudiese marcar tantas diferencias. Gracias chicos por compartir la foto. Con esto, seremos capaces de ayudar a Daniel a alcanzar sus sueños” publicó la joven que volvió viral la historia de Daniel Cabrera y su familia.
A demás de toda la ayuda económica prestada, Daniel ha recibido recursos escolares, uniformes, una lámpara para leer entre otras cosas. Son estas ocasiones que la vida nos presenta y conocemos refranes para referirnos a esos momentos.
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