La fotografía, al igual que a mí, rápidamente conmovió a miles de personas en el mundo, que compartían las imágenes en sus redes sociales. Se brindaban todo tipo de comentarios de apoyo. Los usuarios brindaban su solidaridad. Y también lo demostraron con hechos.

A través de una campaña de recaudación de fondos, a través de IndieGogo, los internautas hacían llegar sus donaciones para Abdul y para su familia. ¿El resultado? Más de 190 mil dólares en recaudaciones.

Una historia completamente conmovedora.

Abdul, no se ha quedado de brazos cruzados, y fiel a su espíritu de superación, ha montado dos panaderías y un restaurante, donde brinda empleo a más de 16 personas, que se encuentran en situación de refugiados como él.

También ha destinado 25 mil dólares para ayudar a sus familiares y amigos que aún se encuentran en Siria.

Ahora, Abdul, no deambula por las calles y no tiene que estar pensando el lugar donde dormirá cuando cae la noche. Ahora cuenta con un departamento, en el sur de Beirut, donde vive junto a su pequeña y su hijo de 9 años.

La pequeña ya cuenta con diversos juguetes, con los cuales se divierte y vive muy feliz. El niño, acaba de regresar a la escuela, después de 3 años sin recibir educación.

Imaginen como, una foto pudo mover el corazón de miles de personas que contribuyeron a cambiar la vida de Abdul. Él se siente muy agradecido por tan noble acto de solidaridad. Y, aunque aún tiene dificultades administrativas para retirar todo el dinero que le donaron. Ruega para que, la mayoría de los miles de sirios (aproximadamente un millón doscientos mil), encuentren un trabajo digno que les permita sobreponerse a la dura situación que les tocó vivir.

¿Qué te pareció la historia? ¿Qué sentimientos experimentaste? ¿Qué opinión te merece?

Esperamos tus comentarios. Servirá para que nos enriquezcamos, de las diferentes emociones experimentadas.